¡¡Holaa a tod@s mis reposter@s!! Espero que sigáis disfrutando de vuestras vacaciones. Como os dije ayer, iré subiendo algunas recetas típicas de las fiestas santas hasta que acabe esta semana.
Hoy os traigo unas riquísimas TORRIJAS.
Las Torrijas son un dulce de expansión Europea, aunque muy arraigada en nuestro país. Las solemos consumir durante el periodo de cuaresma y semana santa. Es uno de los postres de los que se tiene conocimiento sobre los muchísimos años que han sido cocinados a lo largo de la y por ello es uno de los más antiguos. Juan del Encina (poeta, músico y autor teatral del Prerrenacimiento español [allá por la época de los Reyes Católicos]) fue el primero en darle forma al nombre de esta deliciosa tradición, aunque las llamó ''Torrejas'', según nos cuentan en el blog del comidista. Y las primeras recetas parecen ser que vienen del libro de cozina de Domingo Hernádez de Macera (1607). Cuando comenzó el siglo XX en la capital española se solían servir en las tabernas. Se metían en un vaso y vertían en su interior un buen chorreón de vino.
La respuesta a la pregunta de por qué las consumimos durante las pascuas es un poco indecisa. Ya que hay gente que dicen que es porque era necesario aprovechar los restos del pan; sin embargo hay otras que explican que es porque era un alimento económico y calórico que los ayudaban a seguir hacia delante en su día a día cuando ayunaban en cuaresma.
Las torrijas son elaboradas de diversas formas según las regiones españolas que visites. Las hay de vino, con miel, rellenas, con nata, helado... Pero las más típicas son de leche y rebozadas en azúcar y canela. Y esta es la receta que os enseñaré ha realizar hoy. Ésta es de origen familiar que da lugar a un dulce espectacular, os lo ¡¡Vamos a ello!!
INGREDIENTES:
-Para las torrijas:
12 porciones de pan (de un día para otro), el mío es especial para torrijas.
500 ml de leche semidesnatada.
4 cucharadas soperas de nata para montar.
1 rama y media de canela.
Cásara de limón.
100 gramos de azúcar
-Para el rebozado:
Azúcar al gusto.
Canela en polvo molida al gusto.
2 huevos.
-Para freír:
Aceite de girasol.
PREPARACIÓN:
En una olla ponemos la leche, 4 cucharadas soperas de nata para montar, el azúcar, la piel de un limón y las ramas de canela. Llevarla a ebullición y apartamos para que la leche infusione con la tapa puesta durante 15 minutos. Por otro lado, preparamos un plato con dos huevos batidos, otro con azúcar y canela mezcladas para rebozarlas y ponemos un cazo con abundante aceite en el fuego. Una vez pasado el tiempo, en una bandejita alta ponemos las rebanadas de pan y vertemos sobre ellas con mucho cuidado la leche. Dejamos que éstas absorban toda el líquido durante unos 10-15 minutos. Cuando estén listas, las pasamos por huevo, y las echamos al aceite (que tiene que estar bien caliente) para que se frían (un consejo ¡¡Tened cuidado!! porque al entrar en contacto la leche y el aceite, salta mucho y te puedes quemar). Una vez doradas las apartamos a un plato con un papel absorbente. Cuando estén templadas se rebozan por el azúcar y la canela y ya las tenemos listas.
¿No me digáis que no es fácil prepararlas? Pues... ¿A qué esperas? Corre y disfruta con los tuyos de este rico manjar. Te recomiendo que las hagáis todos juntos, con niños incluidos, lo pasaréis genial y después se disfrutan muchísimo más.
Las podéis acompañar con una bola helado, nata montada o con un buen café. Os prometo que no podréis parar de comerlas. Este fue mi resultado:
Maravilloso, ¿verdad?
Espero que os vuelva locos este recetón. Continuad pasándolo muy requetebién durante estas fechas y ya sabéis... ¡¡endulzad vuestras vidas!!
¡Nos vemos muy pronto!
Un besazo, ¡¡¡MUUUUAAAAAKK!!!
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